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30 jul 2013

Serie. Responsabilidad Ambiental Empresarial


Tendencias en la responsabilidad ambiental de las empresas. Contribuir a mejorar el desempeño ambiental del cliente.


Por: Jose Fredys Rivas. Consultor Negocios Verdes


Las empresas han desembarcado en el nuevo panorama mundial de la responsabilidad social empresarial,  y muchas lo han hecho sin suficiente contexto y profundidad de los alcances de este nuevo paradigma  para las empresas; por ello muchas empresas  la entienden como apoyo de caridad para los más pobres y  donaciones a organizaciones de beneficencia, o contribuciones a ONG que trabajan en favor del medio ambiente, para lo cual hacen alarde mediáticos de sus acciones, sobreexponiéndose al público incauto que termina considerándolos como  abanderados de causas sociales o ambientales; en realidad, lo que hacen estas empresas no pasa de ser una pausa programada para mitigar sus culpas, y como algunas creen “purgar sus pecados”.

Las empresas en muchos casos prefieren externalizar la responsabilidad ambiental empresarial, porque a todas luces resultan menos costosa; no asumen que la responsabilidad ambiental empresarial debe estar incorporada en lo que hacen, en lo que producen y en los impactos que tiene esto.

La nueva frontera de la responsabilidad social empresarial, es contribuir a mejorar el desempeño ambiental del cliente. ¿Qué quiere decir esto? Que los productos que elabora la compañía deben ser producidos de tal manera que al usarlo, los clientes generen un mínimo (cero) impacto al ambiente.  Por ejemplo, si una empresa va a fabricar una bombilla; la responsabilidad ambiental empresarial, enfocada a mejorar el desempeño ambiental del cliente, debe llevar a la empresa a elaborar una bombilla que  al ser adquirida por el cliente, este pueda reducir su consumo de energía.

Al elaborar un carro, la empresa debe diseñar y producir un bien que cuando el cliente le dé uso, pueda reducir /eliminar/sustituir el consumo de insumos que producen  gases de efecto invernadero.

La experiencia de Procter and Gamble ( P&G) nos ilustra esta situación. Procter &  Gamble, hoy conocida en muchos países como P&G, elaboró un producto conocido como TIDE. Un detergente para el lavado de ropa. Sin embargo, dicho producto  requería del calentamiento  del agua para  activar sus principios limpiadores.  Esto llevaba a los clientes a incrementar su consumo de energía al usar el detergente. Por ello Procter & Gamble creo El TIDE para agua fría. Un detergente que limpia la ropa, sin que haya necesidad de calentar el agua. Lo anterior reduce el consumo de energía cada vez que el cliente usa el producto; obviamente con ello se incide poderosamente para que el cliente mejorar su desempeño ambiental. Aquí es donde podemos entender uno de los componentes esenciales de la responsabilidad ambiental empresarial: Contribuir para mejorar el desempeño ambiental de los consumidores.

“En el caso de hipotético  de que todos los  Estadounidenses usaran este tipo de detergente  se reduciría el 3% del consumo de energía eléctrica de los hogares. Un ahorro de 90 mil millones de kilovatios/hora, disminuiría  en 34 millones de toneladas la cantidad de bióxido de carbono que se libera a la atmósfera”. Goleman, 2008. (Inteligencia Ecológica)


De esa manera nos hallamos ante una nueva dimensión de la responsabilidad ambiental empresarial; las empresas no solo deben apoyar causas ambientales, tercerizando su responsabilidad, sino que además, deben incorporar la responsabilidad a los productos que fabrican, para que cuando los clientes los usen se les faciliten mejorar su desempeño  ambiental; con ello las empresas inducen cambios y transformaciones  ambientales positivas en generaciones enteras que consumen sus productos; y lo más importante actúan desde la proactividad, porque en vez de ensuciar la playa, generan productos que sean fácilmente reciclables para no tener que limpiar la playa en una “campaña publicitaria de marketing ambiental”. En vez de crear insumos peligrosos para matar plagas, crean insumos que el medio pueda asimilar, para no tener que gastar plata después en remediación ambiental.


En esta dimensión los empresarios actúan desde la proactividad creando productos de veras amigables con el ambiente, para que sus impactos no sean negativos y causen daños irreversibles, sino que mejoren el desempeño ambiental de quien los utiliza;  ese es un elemento esencial de la verdadera responsabilidad ambiental empresarial.