Tendencias en la responsabilidad
ambiental de las empresas. Contribuir a
mejorar el desempeño ambiental del cliente.
Por: Jose Fredys Rivas. Consultor Negocios Verdes
Las empresas
han desembarcado en el nuevo panorama mundial de la responsabilidad social
empresarial, y muchas lo han hecho sin
suficiente contexto y profundidad de los alcances de este nuevo paradigma para las empresas; por ello muchas empresas la entienden como apoyo de caridad para los más
pobres y donaciones a organizaciones de beneficencia,
o contribuciones a ONG que trabajan en favor del medio ambiente, para lo cual
hacen alarde mediáticos de sus acciones, sobreexponiéndose al público incauto
que termina considerándolos como
abanderados de causas sociales o ambientales; en realidad, lo que hacen
estas empresas no pasa de ser una pausa programada para mitigar sus culpas, y
como algunas creen “purgar sus pecados”.
Las empresas
en muchos casos prefieren externalizar la responsabilidad ambiental
empresarial, porque a todas luces resultan menos costosa; no asumen que la
responsabilidad ambiental empresarial debe estar incorporada en lo que hacen,
en lo que producen y en los impactos que tiene esto.
La nueva
frontera de la responsabilidad social empresarial, es contribuir a mejorar
el desempeño ambiental del cliente. ¿Qué quiere decir esto? Que los
productos que elabora la compañía deben ser producidos de tal manera que al
usarlo, los clientes generen un mínimo (cero) impacto al ambiente. Por ejemplo, si una empresa va a fabricar una
bombilla; la responsabilidad ambiental empresarial, enfocada a mejorar el
desempeño ambiental del cliente, debe llevar a la empresa a elaborar una
bombilla que al ser adquirida por el
cliente, este pueda reducir su consumo de energía.
Al elaborar
un carro, la empresa debe diseñar y producir un bien que cuando el cliente le
dé uso, pueda reducir /eliminar/sustituir el consumo de insumos que
producen gases de efecto invernadero.
La experiencia
de Procter and Gamble ( P&G) nos ilustra esta situación. Procter & Gamble, hoy conocida en muchos países como
P&G, elaboró un producto conocido como TIDE. Un detergente para el lavado
de ropa. Sin embargo, dicho producto requería del calentamiento del agua para activar sus principios limpiadores. Esto llevaba a los clientes a incrementar su
consumo de energía al usar el detergente. Por ello Procter & Gamble creo El
TIDE para agua fría. Un detergente que limpia la ropa, sin que haya necesidad
de calentar el agua. Lo anterior reduce el consumo de energía cada vez que el
cliente usa el producto; obviamente con ello se incide poderosamente para que
el cliente mejorar su desempeño ambiental. Aquí es donde podemos entender uno
de los componentes esenciales de la responsabilidad ambiental empresarial:
Contribuir para mejorar el desempeño ambiental de los consumidores.
“En el caso de hipotético de que todos los Estadounidenses usaran este tipo de
detergente se reduciría el 3% del
consumo de energía eléctrica de los hogares. Un ahorro de 90 mil millones de
kilovatios/hora, disminuiría en 34
millones de toneladas la cantidad de bióxido de carbono que se libera a la atmósfera”. Goleman, 2008. (Inteligencia Ecológica)
De esa
manera nos hallamos ante una nueva dimensión de la responsabilidad ambiental
empresarial; las empresas no solo deben apoyar causas ambientales, tercerizando
su responsabilidad, sino que además, deben incorporar la responsabilidad a los
productos que fabrican, para que cuando los clientes los usen se les faciliten
mejorar su desempeño ambiental; con ello
las empresas inducen cambios y transformaciones ambientales positivas en generaciones enteras
que consumen sus productos; y lo más importante actúan desde la proactividad,
porque en vez de ensuciar la playa, generan productos que sean fácilmente reciclables
para no tener que limpiar la playa en una “campaña publicitaria de marketing
ambiental”. En vez de crear insumos peligrosos para matar plagas, crean insumos
que el medio pueda asimilar, para no tener que gastar plata después en
remediación ambiental.
En esta
dimensión los empresarios actúan desde la proactividad creando productos de veras
amigables con el ambiente, para que sus impactos no sean negativos y causen
daños irreversibles, sino que mejoren el desempeño ambiental de quien los
utiliza; ese es un elemento esencial de
la verdadera responsabilidad ambiental empresarial.